Apple sucumbe a Trump y vuelve parcialmente a EEUU

El efecto Trump ya se está haciendo notar unos días antes de que ocupe el Despacho Oval. Varias multinacionales norteamericanas vuelven a mirar hacia casa por el miedo a sufrir represalias del nuevo presidente de Estados Unidos (EEUU). Es el caso de Apple, quien planea una nueva iniciativa para fabricar servidores y centros de datos que se utilizarán en sus instalaciones repartidas por todo el país.

“Vamos a obligar a Apple a construir sus malditos ordenadores en este país en vez de en otros países», amenazó Donald Trump cuando todavía ni era el candidato republicano a las elecciones presidenciales. En aquella época -se cumple justamente un año- le tomaron por un loco, pero ahora las compañías que fueron señaladas se han tomado muy enserio sus indicaciones. La semana pasada ya lo hizo Ford.

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El proyecto de la compañía creada por Steve Jobs consiste en utilizar su factoría de Mesa (Arizona) para confeccionar los servidores para sus otros centros de datos de EEUU, incluyendo las instalaciones en Oregon y Carolina del Norte. Estas informaciones se desprenden del dossier enviado al Gobierno por las autoridades locales, y que ha salido publicado en el Registro Federal.

En el documento se solicita a la Junta de Comercio Exterior la aprobación para “crear productos determinados”, entre ellos “el montaje de servidores”. De conseguirse el permiso, Apple ya no tendría que pagar impuestos por importar estos utensilios para el funcionamiento de sus instalaciones. Sobre todo para los centros de Oregon y Carolina del Norte, ya que, según datos de Apple, los otros centros de producción en Estados Unidos producen actualmente sus propios servidores.

Apple alquiló a su instalación de Mesa -de más de 100.000 metros cuadrados- a GT Advanced Technologies, una empresa que le suministraba pantallas antes de que quebrase en 2014. Desde entonces, la tecnológica ha utilizado este emplazamiento como un centro de datos que proporciona copias de seguridad y servidores a servicios como iTunes o iCloud.

Asimismo, algunos rumores también apuntan a que Apple estaría pensando en cambiar de proveedor de su carcasa para el nuevo iPhone 8. La empresa encargada de fabricar este producto, Jabil, podría optar por producirla en suelo estadounidense en lugar de hacerlo en sus fábricas de China y Taiwán.

Tras los pasos de Ford

Esta noticia salta una semana después de que Ford cancelase la inversión de 1.600 millones de dólares en San Luis de Potosí (México). La multinacional ha preferido guardarse la partida y redirigir 700 millones en la factoría que tiene en Flat Rock (Michigan).

El presidente de Ford, Mark Field, negó que esta revocación fuese una concesión al presidente electo Donald Trump, quien minutos antes había amenazado en Twitter a General Motors por producir sus vehículos en México.

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